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Noticia Tomada de : http://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/redes-sociales-avatar-que-usamos-en-las-redes-sociales-dice-mucho-de-nosotros/15906596 |
"Como imagen para utilizar en las redes sociales elegí a Susanita,
el personaje de Mafalda, porque creo que me parezco bastante", dice
con una sonrisa pícara Fernanda Risso, de 45 años. Según comenta, eligió ese
personaje cuando abrió su cuenta en Facebook, por una cuestión de seguridad y
porque se siente representada con el divertido personaje de Quino. "Soy romántica, casamentera, me gusta el amor familiar y los
hijos", enumera.
Carlos Maldonado,
estudiante de locución de 20 años, tiene un avatar estilo retro. "Uso esta
imagen y no una foto mía porque creo que en las comunidades en las que
participo interesan más los gustos del usuario que quién eres en realidad. Este
avatar lo utilizo para mi cuenta de Steam y de Kongregate. Aunque su imagen no
la veo parecida a mí, sí me siento identificado con algunos principios y
actitudes del personaje", asegura.
¿En qué aspectos se
siente identificado? Según explica Carlos, el personaje es solitario, en la
serie empieza a jugar en red, pero solo. "Me gusta ese estilo de juego.
Juego solo, excepto cuando es sumamente necesario hacerlo con otras personas.
También es calculador y aprovecha al máximo cada oportunidad para sacarle jugo
al juego, en eso me identifico porque los videojuegos en los que suelo
participar siempre trato de completarlos. Además es traicionado y no confía en
la gente fácilmente, como yo", detalla.
Es que aunque se
piensa que los avatares se eligen sólo por estética, estudios recientes revelan
que no es así. No sólo las imágenes, sino también el comportamiento que tienen
los jugadores, a través de sus personajes, dejan huellas sobre su personalidad.
"Analizamos cómo
se expresaban mientas jugaban 1000 jugadores de World of Warcraft y observamos
que, por ejemplo, las personas que en el mundo real son introvertidas prefieren
juegos o actividades más solitarias. Mientras que las personas que tienen menos
conciencia tienen mayor probabilidad de morir en el juego, cayendo
accidentalmente, por ejemplo. Aunque suele suponerse que las
personas crean personajes muy diferentes a ellos mientras juegan, los datos
sugieren que hay más similitudes con la personalidad de las que se presuponía",
explica Nick Yee, investigador estadounidense y autor del libro The Proteus
Paradox.
Pero más allá de revelar aspectos de nuestra
personalidad, los avatares también podrían modificar conductas en nuestra vida
real. Incluso la investigación realizada por Nick Yee y Jeremy Bailenson
observó que muchas personas estaban más preocupadas por la apariencia de sus
avatares en lugar de ocuparse de su imagen en la vida real.
Por su parte, Emiliano Vega, aunque aclara que ya no
usa avatar,revela que en el pasado utilizaba imágenes de un personaje Mii,
propios de la consola de Nintendo.
"También por un
tiempo usé la imagen de Samus, protagonista de la saga Metroid, del mismo
fabricante. Pero no lo veía parecido a mí. Sólo buscaba que me gustara su
aspecto visual. Simplemente los usaba como un detalle creativo, nunca me
resultó necesario para proteger mi identidad, como puede sucederle a otras
personas", asegura este desarrollador de sistemas de 36 años.
Sobre este tema Yee
detalla: "Algunos jugadores se preocupan más por la historia y la
tradición del mundo del juego, y quieren adaptar sus personajes para ser parte
de la historia central. Por eso la personalización del avatar es una parte
importante de la narración de historias y hay un proceso para lograrlo. Otros
quieren un avatar que tenga una aparición memorable, tal como sucede con algunas
personas cuando eligen determinada ropa de moda en el mundo real para
impresionar y ser bien vistos socialmente".
Asimismo, el
investigador estadounidense compara la preocupación sobre la apariencia de los
avatares con las ‘selfies’ y la especial dedicación de las personas por la foto
que utilizarán en su perfil de Facebook.
"No hay gran
diferencia entre el mundo real y el virtual. Muchas personas se preocupan, de
igual manera, por su apariencia en ambos mundos", aclara.
El
lado oscuro del avatar
Pero más allá de las
concordancias entre la personalidad del mundo offline y online, para Cristina
Benchetrit, psicóloga y directora de Espacio Olazábal, un avatar ofrece al
usuario la posibilidad de poder hacer o ser aquello que desea realizar, a través
de acciones que les permitan desde sacar enojos hasta vivir historias de
ensueño. "Es la posibilidad de llevar, como dice el juego (se refiere al
portal Second Life), una segunda vida. Todos tenemos dos facetas y tener un
avatar brinda la posibilidad mental de mostrar ese lado oscuro o deseado",
resalta.
Beatriz Goldberg,
psicóloga y escritora especializada en crisis individual y de pareja, acepta
que en Internet suelen decirse muchas mentiras y elegirse imágenes que poco
condicen con la realidad.
"Pero eso sucede
también en la vida real. Hay gente más sincera y otra menos franca",
observa. Según esta profesional, el avatar de una persona es una presentación y
está muy relacionado con la autoestima y la capacidad lúdica de esa persona. "Es cierto que muchos distorsionan totalmente la imagen que
muestran con el fin de agradar y caer mejor", asegura.
Goldberg también
observa que a veces se eligen avatares opuestos porque se admiran ese tipo de
personalidades. "Lo mismo sucede con las parejas. Suelen elegirse
determinadas personalidades que los ayudan a integrarse socialmente. A
veces el avatar refleja un deseo, le gustaría ser de esa manera, pero en lugar
de cambiar en la vida real deciden cambiar en su vida virtual. El problema es
que cuando la máquina se apaga continúa con su personalidad, no cambia. Esas
personas juegan y no modifican su vida real", agrega.
Sin embargo, luego de
observar a jugadores y realizar varias investigaciones al respecto, Yee
sostiene que nuestros comportamientos virtuales y los reales se retroalimentan.
"Se genera una especie de relación que gráficamente es como un
bucle, porque ambas personalidades están vinculadas e, incluso, los avatares
pueden cambiar la forma en que pensamos y nos comportamos. En la
práctica creo que hay un circuito de retroalimentación en el que crear avatares
refuerza nuestra identidad interna", concluye el especialista.
Psicologia Uniminuto Sede Buga
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